martes, 3 de diciembre de 2013

Crónica del GRAF MADRID

 Así es amiguitos, los Migas, por haber participado en el primer Graf de Barcelona del pasado mes de Abril, fuimos de los primeros invitados a tomar parte (y los primeros en pagar) en esta nueva edición del festival de cómics alternativos y autoedición. El de los mataos de turno, vaya. Y como a mataos no nos gana nadie, en seguida, toda la plantilla del Migas quiso participar en este magno evento, desde toda España vinieron nuestras filas de dibujantes; los mismos pringaos de siempre más selectos y exóticos llegaban desde Murcia, pero también desde Toledo, Segovia o Zambia, como es el caso de Genaro Carrero, a quien el gobierno federal de la república centroafricana ha dejado salir de prisión para la ocasión.

Todo comenzó cuando el viernes, nuestro comité de bienvenida Romano y Óscar Riquelme acudieron a recoger a Joaquín Guirao a la estación de Atocha y tras descargar sus trastos en la fortaleza murciana, se pegaron una cena como unos señores en mantel de hilo (NO) y quedaron en que a las 9:30 del día siguiente estarían en el Graf para preparar cosas y tal.

A las 11:30 del día siguiente llegó el primero de los Migas al Stand.

La ubicación y el espacio del Graf era bastante similar al de Barcelona, y pronto comenzábamos a saludar a los habituales coleguillas del gremio, como los Rantis, Dramáticas Aventuras, Jo, tía, o los recientes amiguetes de Cabeza de pato.

¿Pensabais que no os daríamos el coñazo para votar en esta entrada? Eso os pasa por pensar.
VOTA.

Una vez colocados (en todos los sentidos), en el stand, Romano, Riquelme, Gabi, MA, Antoine le Viril, Conxita y Guirao, comenzaron a hacer las delicias ante la asustada mirada de nuestros compañeros de mesa: Diego de Andergraün, y Roberto González, antiguo componente de Ojodepez, creador de Gato rojo y perro verde.

La mesa llena de colorines en honor a Sama y su necesidad de que el stand provoque epilepsia.

La primera maravillosa metedura nos la brindó Joaquín Guirao, cuando, mientras estábamos todos gritando como putas, hizo aparición en nuestra sala Mauro Entrialgo y se hizo el silencio. Todos estábamos fulminándonos con las miradas por ver quién era el afortunado que vería como Mauro se llevaba su fanzine. Fue ni más ni menos que Joaquín, quien por lo visto no había visto a Entrialgo en su puta vida, y al ir a dedicarle un Bienvenido a Zaira, le preguntó a nombre de quién lo dedicaba. “A nombre de Mauro, por favor”, dijo educadamente el dibujante patrio. “¿A nome de quiáh?” respondió el murciano en su dialecto provinciano. “De Mauro... Ejem, Mauro.” volvió a contestar el primero con pasmosa educación. “¿dah Maurah?”, insistía Joaquín. Entonces Entrialgo, al percatarse de que el chico era murciano bajó el nivel. “Sí. Mauro. M, A, U, R, O…”. Deletrándolo. Sí. En ese momento todos empezamos a gritar a Joaquín quién era ese hombre con barba amish que aún no había reconocido y se cagó en lo más sagrado.

Todos queríamos un recuerdo de aquel momento. Sólo Diego-de-Andergraün lo consiguió.

A lo largo de la tarde fuimos vendiendo Migas como condenados, pero las meteduras no acababan ahí. Pablo Romano reconoció a DJ Pollo mientras los encantadores dueños del Café Molar le hablaban de negocios y no pudo evitar cerrar su enorme bocaza para hacerle saber que era “el hombre pollo”. Ante esta embarazosa situación, el actor de la Hora Chanante sonrió y se fue más deprisa que despacio.

Entonces nos topamos con Jano Viñuela, quien ha tenido la inmensa bondad de hacer una página para unos muertos de hambre como nosotros. Además de preguntar por Sama, que sigue en tierras teutonas, nos dijo que había votado por nosotros en las nominaciones de Expocómic y que deseaba con mucha fuerza gallega que ganáramos. Nos dedicó un ejemplar de El Operario y nos regaló un ejemplar del fantástico 3x1. Un tío DABUTEN (¿se sigue diciendo dabuten?) como hay pocos. Maravilloso. Jano. Que sí.

Llegaba la presentación de Mox Nox (presentación de un libro que va por su tercera edición, con dos cojones) del bueno de Joan Cornellà, así que MA y Romano, fueron para allá cual fans colegialas de Take That. Cuando llegaron se encontraron en una bizarrada grande incluso para Cornellà. Un tío que se hacía pasar por él presentaba y contaba cada viñeta de Mox Nox junto a su supuesto representante. Una especie de The Office en vivo. Cuando anunció que su primo Raúl firmaría los ejemplares al público observamos a Joan junto al bueno de Néstor F. tras una barra en la última fila. A pesar de todo, hubo gente que quería que el actor firmara su libro y que se indignó porque este no quisiera. La gente no conocía la cara de Cornellà, pero nosotros sí, y curiosamente recordaba que nos presentaron en el Saló de este año. Nos firmó sendo ejemplares mientras un niño de unos 7 años le increpaba que en su libro saliesen muchas pollas. Literalmente. Estuvimos hablando con Néstor, quien se interesó de nuevo por Sama, así que le dijimos que había muerto durante el atraco a un SexShop alemán, a ver si se corría la voz y dejaban de preguntarnos por él. (No fue así. Todo el mundo seguía dale que te pego con Sama)

Conxita y Riquelme haciendo su examen de acceso para entrar al Migas.

El resto de la tarde seguía yendo bien; montamos un papel continuo para que aquel que quisiese dibujara un súper cadáver exquisito y tuvo bastante éxito. Hasta que de repente comenzó la magia. Hizo aparición ni más ni menos que Raúl Cimas, con el corazón cargado de sueños, y al parecer los bolsillos de dinero, pues estaba comprando por todos lados. En seguida nos tiramos a su yugular e hicimos BUENAS MIGAS y se llevó dedicado un señor Migas 7 por Romano con un terrible chiste sobre Rossy de Palma y sus sucios deseos hacia Raúl. Un tío genial con el que mantuvimos una profunda conversación sobre por qué Bellas Artes te quita las ganas de hacer cómics. También hablamos de culos y de tíos que están buenos. Maravilloso.

No pongas esa cara Raúl, ya te dijimos que NO devolvíamos el dinero.

Al cierre del Graf, habíamos hecho un buen margen para cubrir gastos y cenar caliente, y con el ansia de celebrarlo nos fuimos al bar ruso, donde nos intoxicaron (especialmente a Riquelme que casi no lo cuenta) y nos acabaron echando a patadas por cantar el cumpleaños feliz a alguien y tras varios intentos de violación y de vender fanzines por parte de Antoine le Viril a unas atractivas jóvenes (al menos nos parecían atractivas después de dos litros de cerveza con vodka, 4 chupitos de… “algo” y 7 Kg de patatas bravas rusas). True story.

El PREDECIBLE final de la noche.


En resumen: lo pasamos entre sufrir y bien, y ya estamos listos para el Expocómic 2013, donde aparte de estar nominados a mayores muertos de hambre Mejor Fanzine 2013, vamos a presentar el décimo Migas.

Esperamos veros a todos por allí, para que podamos acosaros e incomodaros, gracias a todos, y especialmente a todas, por venir al Graf y por comprar tebeos de calidad, y también el Migas Fanthing.

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